La economía social no retrocede ante la crisis

Cuatro cooperativas italianas están impulsando joint ventures con firmas nacionales. Dos de ellas, IVV y GOMMUS, planean instalarse en Rosario y su zona de influencia antes de fin de año.

Una delegación de empresas italianas recuperadas que se encuentran impulsando joint ventures con firmas locales, visitó recientemente la región de Rosario. Las experiencias más cercanas están protagonizadas por IVV, de la región de Toscana, que planea invertir junto a la cooperativa Vitrofin un millón y medio de euros en Cañada de Gómez; y GOMMUS, firma dedicada al diseño y fabricación de suelas para calzado que ha decidido instalarse antes de fin de año junto a la ex Gatic en el Parque Rogiro Aceros de Rosario.
La misión fue organizada por el consorcio INDACO (Internacional Development Agency for Cooperatives - www.indaco.coop) y se inscribe en el marco de los acuerdos internacionales de FACTA (Federación Argentina de Cooperativas de Trabajadores Autogestionados) en la idea de la internacionalización de un modelo económico, productivo y social que representan las empresas autogestionadas por los trabajadores. En ese contexto llegaron al país el 5 de mayo varias empresas cooperativas italianas, tres de ellas recuperadas por sus trabajadores, con el objetivo de realizar joint ventures entre cooperativas argentinas e italianas. Las empresas son: 1) Industria Vetraria Valdaninerense (IVV), de San Giovani Valdarno de la Región Toscana, una empresa recuperada a fines de la 2º Guerra Mundial dedicada a la fabricación de vidrio soplado que está trabajando un acuerdo con la Cooperativa Vitrofin de Cañada de Gómez, también dedicada al cristal soplado. IVV aportaría a la nueva sociedad toda la tecnología y el diseño, el valor adjunto más importante de esta empresa, y Vitrofin desarrollaría la producción desde Argentina, en conjunto atenderían el mercado americano desde Canadá a Argentina. La inversión conjunta es del orden del 1,5 millones de euros a ejecutarse en Cañada de Gómez. Se crearán cuarenta nuevos puestos de trabajo en el primer año. 2) SPES: Cooperativa de Tecnólogos ubicada en el Parque Industrial de Fabriano (www.spes.it) que fue fundada por un grupo de diez ingenieros electrónicos e informáticos hace diez años y que actualmente cuenta con ochenta asociados. Se dedica al desarrollo de software y hardware para la automatización, fundamentalmente de la llamada línea de blanco (lavarropas, heladeras, lava vajillas, etc.) y desarrollos en energía y tratamiento de aguas. Están analizando una alianza para la formación de una nueva sociedad con la Cooperativa Nuevas Tecnologías Argentinas de Mar del Plata, una experiencia similar que también nació hace diez años, y con un desarrollo tecnológico importante en el área de la energía alternativa y el desarrollo de tecnología para autos de carrera. La inversión proyectada es de ochocientos mil euros y se localizará en la ciudad de Mar del Plata. Se crearán quince nuevos puestos de trabajo. 3) GOMMUS: Cooperativa de Trabajo nacida de la quiebra de la antigua empresa en la década del 60. Se dedica a la fabricación de suelas de caucho y termo pláticas. Tiene en su cartera de clientes las marcas más importantes del mercado europeo como Gucci y Versacce y con participación en más de treinta países. Está ubicada en la región de Le Marche en la ciudad de Montecaroto y con la oficina de diseño en Civita Nova, el centro mundial del diseño del calzado. Esta es su principal fortaleza ya que Gommus cada año coloca en el mercado seiscientos diseños de suelas propios y otros cuatrocientos que son exclusivos de sus clientes. Está constituyendo un joint venture con la Cooperativa Textil de Pigué, la ex Gatic, y proyectan, antes de fin de año, instalarse en la Plataforma Productiva de la Zona Oeste de Rosario (Parque Rogiro Aceros) en un área de diez mil metros cuadrados con tres mil metros cubiertos, para la producción de suelas de caucho y termo plásticos para el mercado interno en los primeros años y proyectando su producción a mercado del continente americano en los próximos cinco años. Creará en el primer año sesenta nuevos puestos de trabajo. 4) TEK UP: Cooperativa de la ciudad de Piave en la región de Piemonte, que desarrollo un sistema constructivo para viviendas e inmuebles en general industrializado con impactos en el ahorro energético y en la ecología. La empresa no se dedica a la construcción de viviendas si no que actúa como proveedora de la industria de la construcción. Tiene emprendimientos en medio oriente fundamentalmente en Kuwait, Emiratos Arabes y Dubbai, en Europa y en algunos países del este europeo. Su objetivo es fabricar las más de cincuenta máquinas que conforman el sistema productivo que comercializan. Las partes mecánicas, hidráulicas, electrónicas y eléctricas se construirán en Argentina y se exportarán a terceros mercados. La inversión estimada es de cuatro millones de Euros y la ocupación de mano de obra en la primera etapa de cuarenta personas. Se ha planificado comenzar la primera etapa de la inversión en el segundo semestre de este año.

El autoritarismo y sus enemigos necesarios

Ningún gobierno de sesgo autoritario tolera la división de poderes. Para mantenerse en el poder y eludir el enorme rechazo que despierta en gran parte de la sociedad, el kirchnerismo necesita avanzar sobre la judicatura, tal como se está viendo por estos días. La respuesta brindada por el gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli y el jefe de Gabinete, Sergio Massa -quienes afirmaron que eventualmente asumirán los cargos para los que se proponen como candidatos-, a los miembros de la Cámara Nacional Electoral, es una burla no solamente al Poder Judicial sino a la ciudadanía en general.
Obviamente, la afrenta de Scioli y Massa a la judicatura argentina no es más que otro gesto del presidente del Partido Justicialista, Néstor Kirchner, quien ha vuelto a demostrar, como lo hizo Carlos Menem en la década pasada, que no está dispuesto a dejarse doblegar por lo que considera un poder subsidiario del Ejecutivo.
Sin embargo, la ruptura definitiva con la judicatura no fue el único encontronazo que protagonizó el kirchnerismo a lo largo de la presente semana: el insensato desafío del ministro del Interior a la Unión Industrial Argentina (UIA), tras las justificadas quejas por la nacionalización de activos del grupo Techint en Venezuela, abrió un tercer frente de confrontación para un gobierno que nunca estuvo tan débil.
El propio aliado estratégico del kirchnerismo, Hugo Chávez, se encargó de dejar en ridículo al ministro Randazzo y al propio matrimonio presidencial, afirmando que el proceso de nacionalización de empresas extranjeras que se lleva adelante en Venezuela “excluirá” a las de origen brasileño.
Mientras suaviza su discurso y deja el trabajo sucio para los miembros más obsecuentes del gabinete de gobierno, como Randazzo y el ministro de Justicia Aníbal Fernández, Kirchner sigue cometiendo torpezas que preanuncian su ocaso, como enemistarse con la industria, el único apoyo con que contaba en el sector productivo tras la demonización del campo.
En efecto, la posición pro chavista resulta inconcebible cuando el presidente venezolano atenta contra los intereses empresariales de nuestra nación de una manera tan burda como provocadora. El grupo Techint, más allá de los cuestionamientos que se puedan formular, hoy representa el corazón de nuestra industria y por consiguiente del capital nacional y el Estado no puede combatirlo sin adoptar una postura anti argentina imposible de fundamentar.
Un espejismo. Enfrentado al campo, la industria y hasta la judicatura, el kirchnerismo depende solamente del segundo anillo del denominado “conurbano” bonarense donde, a fuerza de compra de sufragios, tiene previsto obtener el respaldo suficiente para encarar los dos años de gobierno que le restan por cumplir. Ante una perspectiva semejante, la promesa de pavimentar una decena de cuadras en una ciudad remota como la nuestra, a la que se abrazó con tanto fervor la administración vecinalista, parece un espejismo.

Rescate de empresas, ¿cómo y a qué costo?

El deterioro creciente de la actividad industrial sobrepasa el plan de contingencia diseñado por el gobierno nacional y plantea el siempre traumático salvataje de empresas caídas en desgracia.

¿Quién no quiere salvar una empresa? La tentación de convertirse en héroe es demasiado fuerte, especialmente para dirigentes políticos embarcados en campañas electorales. El problema es que implica un desafío que requiere, además de voluntad, una buena dosis de realismo. La crisis de la economía mundial fuerza a las administraciones estatales -cualquiera sea su ideología política-, a agudizar el ingenio para evitar el cierre de establecimientos industriales y el consecuente despido de miles de trabajadores, tal como revela lo acontecido en Mahle Rosario, un caso que más allá de sus particularidades, puede ser considerado como “tipo” en el interior de nuestro país.
El cierre y posterior “salvataje” de empresas reaviva el debate sobre el papel del Estado en la economía, una cuestión que nunca termina por definirse completamente y en este caso, se da apurada por una cuenta regresiva que no se puede soslayar y que requiere más eficacia que coherencia argumental.
Si bien se trata de un problema global, la realidad de cada país termina influyendo en el desencadenamiento de los hechos. A modo de ejemplo, hay que contrastar el muy distinto caso de las automotrices norteamericanas, a las cuales el gobierno de Barack Obama se dispone a “salvar”, que el caso de empresas criollas como Paraná Metal o las más recientes, Mahle Rosario y la ex papelera Massuh, reactivada con fondos de la Anses y puesta al mando del polémico secretario de Comercio Interior Guillermo Moreno.
Mientras Washington da forma a un plan de salvataje que además de dinero contante y sonante incluye la exigencia de una estrategia de desarrollo off shore destinada a asegurar un nivel mayor de competitividad de las tradicionales terminales automotrices norteamericanas; en nuestro país, el gobierno nacional, echa mano al denominado Programa de Recuperación Productiva (Repro), en rigor, una línea de subsidios “al modo kirchnerista” –esto es, en forma indiscriminada y sin control- que en realidad apunta a que las empresas puedan capear un temporal en lugar de resurgir de sus propias cenizas.
Si la asistencia no funciona o no resulta suficiente para evitar la quiebra, los funcionarios nacionales se abocan a la estatización de la compañía malograda o a la búsqueda de un comprador, algo sumamente difícil en el contexto recesivo actual, obteniendo resultados tan dispares que ponen en evidencia el grado de improvisación con el que se actúa.
El caso de Mahle resulta paradigmático a estos efectos, dado que los alemanes perciben los subsidios estatales denominados “repro” mientras llevan adelante un feroz plan de ajuste que incluye el cierre del complejo fabril de Rosario, causando casi medio millar de despidos. La polémica alternativa de subsidiar con fondos públicos a multinacionales que no trepidan a la hora de “levantar vuelo”, incluso fue criticada por la Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe), sin que su reclamo, como ya es casi tradición, fuera siquiera atendido por las autoridades nacionales.

En este punto conviene preguntarse si este tipo de programas mixtos, ceñidos a factores tan coyunturales como el superávit de la Anses, no deberían ser reemplazados por los más prosaicos y efectivos subsidios por desempleo, dejando la recuperación de las empresas a las políticas productivas que hoy día, el Estado, se encuentre administrado por la izquierda o la derecha, no puede dejar de instrumentar.

El nuevo escenario. El caso Mahle Rosario es el emergente de un nuevo contexto económico y social que la Unión Industrial Argentina (UIA) intenta interpretar, asumiendo el costo político que la movida implica y afrontando las convulsiones internas que amenazaron con expulsar a directivos tan caracterizados como Cristiano Rattazzi, presidente de Fiat Auto, quien removió el avispero al señalar que “mientras Brasil demanda autos, acá (por Argentina) estamos lidiando para poder importar tornillos”.
Las palabras del vicepresidente quinto de la UIA tuvieron la desafortunada virtud de contrariar el rumbo que se ha propuesto seguir la central fabril bajo la conducción de Héctor Méndez, donde el reclamo de un endurecimiento de las medidas de sesgo proteccionista ocupa un lugar destacado entre los temas a tratar con el gobierno de Cristina Fernández.
Sin embargo, más allá de las diferencias conceptuales, las posiciones internas de la entidad se confunden a la hora de diagnosticar la situación actual, marcada por el progresivo deterioro de la actividad manufacturera que según el informe trimestral que elabora la Fundación Observatorio Pyme, una entidad integrada por la propia UIA, Techint y la prestigiosa Universidad de Bologna, Italia, cayó el 16,2 por ciento entre las pymes. El informe que además señala que en este sector que bien puede ser considerado como el motor de la economía, el empleo se contrajo el 10,2 por ciento, desvirtúa los datos aportados por el desacreditado Indec.
Por ejemplo, el organismo estatal intervenido por la administración kirchnerista, la actividad manufacturera cayó solamente el 2,3 por ciento, una cifra que mueve a la incredulidad no solamente por la diferencia con respecto al informe del Observatorio Pyme, sino también porque el propio Indec asegura ingenuamente que el empleo se redujo el 5 por ciento.
Más allá de estos artilugios que indudablemente quedarán grabados en la memoria de una generación completa de argentinos, la caída del nivel de actividad y del empleo es muy probable que se sostenga y hasta se incremente en los próximos trimestres, perspectiva que indudablemente plantea la necesidad imperiosa de modificar la forma en que planea refrenar los efectos de la crisis global.

Santa Fe, la provincia más afectada. Nuestra provincia es una de las más castigadas desde el punto de vista productivo porque a la caída de la actividad industrial propiciada en buena parte por la crisis global, se suma el impacto del parate del campo y los efectos devastadores que este fenómeno tiene sobre toda la cadena agroindustrial. Los números provistos por el ministerio de Trabajo de la provincia indican con claridad que Santa Fe hoy recibe el 25 por ciento de los “subsidios Repro” que se asignan en todo el país. Según la viceministra Alicia Ciciliani, “el 70 por ciento de dicha ayuda va a parar a compañías pertenecientes a los sectores metalúrgico y metalmecánico”.
Sin embargo, como indica el informe de la Fundación Observatorio Pyme, es probable que la caída aún no haya llegado hasta el fondo, como reconoce la funcionaria provincial, quien advierte que “la situación en Santa Fe es de alerta amarilla”, porque “acá se concentran los peores elementos de la crisis, como la caída en la demanda externa, el freno del campo y los problemas provocados con la sequía”.
Sin la intención de causar alarma la funcionaria binnerista admite que esa confluencia de factores recesivos hace que hoy la provincia tenga “en situación de riesgo a más de 200 empresas y casi 20 mil puestos de trabajo en suspenso”.
Frente a una perspectiva semejante queda claro que los “subsidios Repro”, la principal arma esgrimida por la administración nacional para amortiguar el peso de la crisis global, probablemente resulten insuficientes y hasta incluso contraproducentes, porque podrían implicar un desperdicio de recursos públicos que el país no se puede dar el lujo de afrontar.

Autogestión, una opción que crece. La alternativa de la autogestión, tan resistida por el empresariado durante la década pasada, no solamente ha demostrado ser una vía plausible sino también, una forma aceptada, debido en parte al criterio seguido por los gobiernos nacional y provincial a la hora de arremeter con la expropiación de instalaciones fabriles. La divisoria de aguas se ha fijado de manera razonable en la existencia de un cese definitivo de actividades, quiebra o concurso preventivo, además de la conformación de una cooperativa de trabajo como requisito indispensable.
Según José Abelli, presidente de la Federación Argentina de Cooperativas de Trabajadores Autogestionados (Facta), este criterio seguido al pie de la letra por el gobierno de Hermes Binner dio continuidad a una política iniciada durante la gestión anterior y que hasta la fecha ha permitido conservar 1.500 puestos laborales solamente en la provincia de Santa Fe.
“El principal obstáculo a la hora de autogestionar una empresa es el legal. Después le sigue la falta de capital de trabajo”, explica el dirigente a Punto Biz y detalla que una situación de quiebra o de concurso preventivo de acreedores afecta intereses de terceros que van más allá de los intereses de los propios dueños e incluso de los trabajadores.
“Lo que más nos cuesta es hacer entender a los acreedores y a la propia Justicia que los trabajadores somos los encargados de defender el activo que representa una empresa que no cierra sus puertas, sigue produciendo y vendiendo a su cartera de clientes”, afirma.
De lo contrario, cuando una empresa baja sus persianas “termina en un proceso de liquidación conocido como moneda de quiebra en el cual el activo productivo pasa a tener un valor cero. Por ejemplo, una máquina que vale 200 mil dólares se termina vendiendo en un remate a un precio vil”.
Cuando se le pregunta si el modelo de autogestión se puede aplicar a todo tipo de empresas, Abelli responde con ejemplos no solamente de nuestra provincia y país sino también del exterior. Entre los casos vernáculos menciona a Pauny Zanello que tiene el privilegio de ser la única terminal automotriz de capital nacional de la Argentina. Entre las foráneas, cita a cuatro firmas italianas de primer nivel que se encuentran ultimando detalles para invertir en nuestra región asociándose con empresas locales.
Todo indica que esta modalidad de recuperación de empresas se irá imponiendo todavía más, dado que según Abelli, en la actualidad y en nuestra provincia hay siete firmas en proceso de autogestión sumando otros 1.500 empleados.
El presidente de Fatac aprueba la utilización de fondos del Anses para rescatar a empresas en crisis, tal como aconteció hace unos días con la papelera Massuh, a la que podrían seguir otras firmas de distintos rubros de todo el país.

Incertidumbre que ahuyenta empresarios. Mientras la crisis comienza a mostrar su cara más despiadada, el rescate de empresas caídas en desgracia que se practicó hasta el momento ha seguido un patrón tan heterogéneo como incierto. Como se dijo, el Programa de Recuperación Productiva, a través del cual el Estado asiste con 600 pesos mensuales por trabajador a las empresas que se declaran en crisis, no logró revertir la tendencia recesiva que está arrastrando a una buena parte del entramado productivo provincial, especialmente las pymes industriales y agroindustriales. Ante esta perspectiva tan desalentadora, la administración nacional responde estatizando las compañías afectadas, especialmente las más grandes y que tienen un interés económico estratégico, echando mano a fondos provenientes de la Anses, o facilitando la búsqueda de un comprador, en el caso de las empresas más pequeñas.
Indudablemente la segunda salida es la más prudente, aunque en el contexto actual termina siendo la más difícil, puesto que ni siquiera la promesa de asistencia financiera estatal por espacios relativamente extensos de tiempo convence a los empresarios argentinos de hacerse cargo de los establecimientos que se encuentran paralizados. Contrariamente a lo que se cree, la crisis global no es el único factor que ahuyenta al empresariado nacional de los desafíos planteados, sino la falta de certidumbres que ofrece la política económica nacional. ¿Qué garantías puede ofrecer al empresariado una administración que si bien parece resuelta a apoyar a la producción, admite que podría abandonar el gobierno si pierde la mayoría en el Congreso?
Por otro lado, más allá de la triste coyuntura, sin llegar a extremos ultraliberales, queda claro que una economía subsidiada y altamente ineficiente que Rattazzi rechazó apelando a la vieja frase que aconseja “vivir con lo nuestro”, no parece ser el camino apropiado para que las empresas argentinas logren ser sustentables a través del tiempo y de los gobiernos.

Giustiniani reiteró que existe un pacto entre Kirchner y Reutemann

El senador nacional y candidato recordó que como consecuencia de este pacto los votos de las dos listas supuestamente opositoras del peronismo en la provincia, serán contabilizados por el Gobierno nacional como propios. Luego hizo un repaso de las propuestas del Frente Progresista.

En un acto que contó con la presencia del Ministro de Gobierno, Antonio Bonfatti, y los Ministros de Justicia, Héctor Superti; Educación, Élida Rasino; Obras Públicas, Hugo Storero; y Desarrollo Social, Pablo Farías, los candidatos a senadores y diputados nacionales presentaron la lista del Frente Progresista en la ciudad de Venado Tuerto.
“Venimos a hablar de ideas y soluciones, y de un Compromiso con los ciudadanos santafesinos que se resume en estos 11 puntos que venimos presentado en toda la provincia de Santa Fe para llevar al Congreso Nacional”, comenzó la presentación el actual senador nacional y candidato Rubén Giustiniani, quien luego señaló que este “28 de junio debemos contrastar los 16 meses de gestión del Frente Progresista con las dos décadas y media de gobierno Justicialista en la provincia de Santa Fe que no garantizaron ni salud, ni educación, ni viviendas, ni Justicia independiente”.
Giustiniani también hizo una reseña de las propuestas y mencionó -entre ellas- el otorgamiento de créditos para pymes, un nuevo régimen de retenciones que proteja al pequeño y mediano productor, la implementación de un plan nacional agropecuario, el otorgamiento de créditos blandos para recomponer el capital de producción, una reforma tributaria integral que revierta el carácter regresivo del sistema vigente disminuyendo los impuestos al consumo e incrementado la contribución de las grandes rentas y ganancias. “Además, es imprescindible solucionar el conflicto del campo, generado tras la resolución 125”, advirtió Giustiniani, quien dijo que para ello se necesita una nueva composición del Congreso nacional.
“Nosotros siempre defendimos los intereses de los santafesinos, antes y después de la resolución 125, resolución a la que nosotros votamos en contra. Pero hay que recordar que una sola participación en el Senado votando en contra de esta resolución, no sirve para identificar a quienes durante tantos años estuvieron en contra de los intereses de la provincia de Santa Fe”, subrayó Giustiniani.
Luego y haciendo referencia a las dos listas que presenta el justicialismo en la provincia, Giustiniani recordó que “Reutemann hizo un pacto con el ex presidente Néstor Kirchner”, que implicará que la noche del 28 de junio cuenten los votos de las dos listas que presenta el peronismo en la provincia como una sola.
A su turno, la candidata a senadora Silvia Migno hizo referencia a su lugar de origen y aseguró: “Queremos llegar al Senado no para ser mujeres escribas o voceras de un senador, sino para presentar nuestras propuestas”.
La candidata a diputada nacional, Alicia Ciciliani, resaltó la trayectoria del primer candidato a diputado, Jorge Álvarez, y del actual senador y candidato Rubén Giustiniani, y señaló que como “estamos ganando la provincia de Santa Fe” comenzarán a “arreciar críticas” hacia el gobierno provincial.

Los números del Observatorio Pyme que incomodan al Gobierno

Formalmente se argumenta “problemas de agenda de los representantes de las instituciones invitadas”, aunque en realidad, la postergación de la conferencia anual de la Fundación Observatorio Pyme que debía realizarse el día 21 de este mes y fue pasada para el 11 de agosto, es decir, después de las legislativas del 28 de junio, tiene condimentos indudablemente electorales.

Ocurre que el temario de la sexta conferencia anual de la entidad que acaba de abrir un observatorio regional en Rosario está dedicado a “la situación actual y las perspectivas futuras de las pymes argentinas” y una buena parte de los panelistas invitados son funcionarios públicos que en muchos casos, gracias a la creatividad del ex presidente Néstor Kirchner, también son candidatos “testimoniales” a los que seguramente no les habrían caído en gracias los informes que dan cuenta de un retroceso de la actividad manufacturera y del empleo que contradice abiertamente las estadísticas del desacreditado Indec.
Se trata de los mismos informes que causaron una tormenta dentro del consejo directivo de la Unión Industrial Argentina (UIA), entidad que integra la Fundación Observatorio Pyme junto a Techint y la prestigiosa Universidad de Bologna (Italia) y que la administración kirchnerista no está dispuesta a reconocer, mucho menos en forma pública y unas semanas antes de una elección que el propio ex presidente definió como decisiva no solamente para la suerte del gobierno sino incluso del país.
Si bien es cierto que la mayoría de los invitados, entre los que sobresalen el gobernador de Buenos Aires Daniel Scioli y el jefe de Gobierno porteño Mauricio Macri, se encuentran consagrados a las actividades de campaña, también lo es que los lapidarios relevamientos elaborados por los técnicos de la Fundación que dan cuenta de una caída de la actividad industrial del 16,2 por ciento y un retroceso del orden del 10,2 por ciento del empleo, pondrían en serias dificultades a los candidatos “testimoniales” del oficialismo.
A la conferencia que finalmente se desarrollará el 11 de agosto próximo en el hotel Sheraton Libertador de Buenos Aires también se invitó al gobernador de Santa Fe, Hermes Binner, su ministro de la Producción, Juan José Bertero y la ministra de la Producción de la Nación, Débora Giorgi.

La ciudad pierde un espacio de expresión

Quienes siguieron las ediciones de El Tiempo por espacio de trece años seguramente habrán recibido con extrañeza esta nueva versión, consagrada de manera indisimulada a ofrecer una suerte de vida y obra del intendente municipal Oscar “Trincheri” (sic), tal como risueñamente se lo rebautiza en la portada. Es cierto, en estos tiempos de candidaturas testimoniales, donde quienes aspiran a un cargo público en realidad pretenden otra cosa, la consolidación de un sistema de gobierno autoritario que para asegurar su subsistencia no duda en aniquilar las economías regionales, incluida la nuestra, el vaciamiento intelectual y moral de un humilde periódico de provincia no es noticia. Sin embargo, hay una historia que merece ser contada y por sobre todo honrada, porque El Tiempo nació con el noble objetivo inicial de crear un medio de comunicación que se diferenciara de lo que Sunchales tenía en ese momento (mediados de los años 90), comprometiéndose con los intereses de la ciudad y no del gobierno de turno o del partido gobernante.
Los sunchalenses saben perfectamente que El Tiempo nunca fue un periódico “oficialista”, entendiéndose por esto al medio de comunicación que se limita a divulgar noticias oficiales, basando en consecuencia su agenda noticiosa en los hechos generados por el gobierno de turno. Durante los años de administración vecinalista ejercimos el derecho a crítica de manera libre y sin prejuicios, obteniendo un éxito editorial respetable, dando a conocer casos que el intendente Oscar Trinchieri y sus colaboradores se empeñaron infructuosamente en ocultar a la opinión pública. La lista de hechos ventilados es tan larga como heterogénea y los memoriosos seguramente la tendrán presente. Por nuestra actitud comprometida con la crítica periodística recibimos todo tipo de ataques y presiones, como la marginación sistemática de la pauta de publicidad oficial y bajezas tales como la alusión, en mi caso personal, a la discapacidad de mis hermanos o a situaciones familiares de periodistas y colaboradores. Sin embargo, conscientes de que teníamos una misión en la sociedad, seguimos adelante, aun cuando sufrimos pérdidas materiales, reconfortados porque ganamos la confianza y el respeto de una buena parte de la comunidad.
Sin el ataque y la voluntad permanente de silenciarnos, durante la administración del Frente Progresista también mantuvimos la distancia necesaria para interpretar los hechos de la realidad. Nuestra postura más moderada no implicó sin embargo que recibiéramos dádivas personales de ningún tipo, a diferencia de otros colegas que acostumbran beneficiarse intercambiando silencios o comentarios complacientes por cargos públicos para parientes y amigos. Fieles a nuestro estilo, durante la gestión de Gonzalo Toselli también ventilamos hechos cuestionables que provocaron la reacción de los implicados, aunque a diferencia de lo acontecido en la administración precedente, nunca fuimos perseguidos por ello.
La fórmula utilizada para ganarnos el respeto y la estima de una buena parte de los sunchalenses fue sencilla: hacer periodismo sin restricciones ni cortapisas, sin padrinos, socios ocultos ni otros compromisos que los intereses generales de la comunidad. Como no podía ser de otra manera, nuestra prédica, resistida en un primer momento, terminó imponiéndose y forzó a nuestros colegas, muchos de ellos profesionales honestos y valiosos, a emprender la aventura de hacer periodismo en una localidad tan pequeña y olvidada como la nuestra.
No es nuestra intención ajustar cuentas con el pasado porque estamos tranquilos por todo lo que realizamos. Los voluminosos archivos que albergan más de un millar de ediciones son nuestro mejor testimonio de coherencia ante la comunidad. Por el contrario, estamos embarcados en recuperar el espacio periodístico que Sunchales perdió y del cual se nos despojó, indudablemente por obra de un gobierno que confiesa su impotencia, mezquindad e ineptitud, silenciando a quienes se atreven a criticarlo desde la prensa. Así lo demuestra esta suerte de El Tiempo “testimonial”, editado en Rafaela y sin periodistas locales, desbordante de partes de prensa municipales que pretenden hacerse pasar por noticias, donde el intendente “Trincheri” (sic) aparece cinco veces en la portada y es el protagonista “destacado” de cada una de las páginas de información local.
El despojo personal que sufrimos es grande puesto que se nos marginó sin siquiera cumplir con nuestros derechos previsionales y laborales; pero el despojo perpetrado contra la comunidad es aún peor porque El Tiempo, un medio que desde su inicio siempre fue independiente, pasa ahora a engrosar el coro de periódicos obedientes que sin pena ni gloria, semana tras semana, escriben el “diario de Yrigoyen”, o peor aún, en este caso el “diario de Trincheri”.

Trinchieri el bromista

El intendente Oscar Trinchieri envió un presente a la concejala socialista Cecilia Ghione en el día de su cumpleaños, un gesto de buena educación si no fuese porque el regalo no fue otro que uno de los 600 termos que la Municipalidad adquirió sin informar a los miembros del Concejo Deliberante ni a la comunidad en general.
Quienes conocen al mandatario municipal saben que es afecto a las provocaciones y esta es una más. El problema es que la broma de indudable mal gusto, recayó sobre una persona que fue elegida por los sunchalenses para que los represente en el órgano legislativo de la ciudad. La conclusión es obvia: el mandatario no intentó tomarle el pelo simplemente a una concejala sino a toda la comunidad.
Desde hace varias semanas la concejala Ghione viene reclamando se brinde información precisa sobre la adquisición de merchandising por parte de la Municipalidad, así como también de la inversión realizada en la última fiesta de carnaval. Contrariamente a lo que desde la Intendencia se intenta hacer creer, se trata de una inversión importante para una Municipalidad como la de Sunchales que además se da en un contexto de crisis económica y social, donde varias empresas locales están despidiendo empleados o analizan la alternativa de hacerlo si las condiciones empeoran.
Por otro lado, Cecilia Ghione encabeza la lista de candidatos a concejal por el Partido Socialista, lo que implica que la provocación del intendente Trinchieri es un acto de campaña electoral. El mensaje hacia la edil opositora y hacia todos aquellos que se atreven a cuestionar sus decisiones es sumamente claro: no solamente hace lo que quiere al frente del gobierno municipal, sino que además, no siente el deber de informar ni justificar sus actos ante la comunidad y está dispuesto a burlarse de quienes intentan controlarlo.
El intendente Trinchieri siempre pensó que está dotado del don de la comicidad. Si así fuera, cosa muy dudosa, cabría recordarle que no fue elegido para gastar bromas sino para gobernar una ciudad que por pequeña no deja de tener serios problemas, como la mayoría de las localidades del país.

Taranto es otra vez el principal aspirante a quedarse con la planta de Mahle

El empresario recuperó su interés original por quedarse con las instalaciones fabriles luego del encuentro que mantuvo con la ministra de la Producción, Débora Giorgi

La saga Mahle no deja de dar sorpresas: cuando la mayoría de los medios de comunicación del país ya lo dejaban fuera del negocio, Norberto Taranto volvió a aparecer como el principal candidato para quedarse con la planta fabril de Rosario. Según fuentes del ámbito industrial, el empresario habría quedado sumamente conforme con la predisposición demostrada por el gobierno nacional para que se concrete el traspaso de las instalaciones tras la reunión que mantuvo ayer con la ministra de la Producción, Débora Giorgi.
El encuentro con la funcionaria revela el grado de preferencia que tiene la administración nacional sobre la propuesta de Taranto, un empresario reconocido en el rubro autopartista que tiene reales intenciones de expandir sus negocios en todo el país.
Sin embargo y pese a que el encuentro se hizo público, los voceros del ministerio de la Producción evitaron brindar detalles sobre su resultado, al igual que el propio Taranto, quien desde que se convirtió en uno de los candidatos para quedarse con la planta de Mahle, se negó a responder los requerimientos de la prensa.
Pese al hermetismo pudo saberse que al empresario no solamente le preocupa la asistencia financiera que el Gobierno le pudiera dar para afrontar los gastos de la nómina salarial, sino también el apoyo técnico para que la producción de la planta pueda trascender el corset que las autoridades de Mahle instrumentaron deliberadamente para asfixiarla.
Durante la reunión de ayer, la ministra de la Producción habría garantizado dicha asistencia técnica, además de comprometerse a que Mahle no desmantele las instalaciones de acuerdo a su idea inicial de vender equipamiento para pagar indemnizaciones.
La propia ministra Giorgi y su par de Trabajo, Carlos Tomada, exigieron al gerente general de Mahle Argentina, Diego Berardo, que olvidaran esa alternativa puesto que el desguace de una planta industrial tendría un costo social mucho mayor para el país.

Basualdo sigue en carrera

Las fuentes extraoficiales consultadas advirtieron que si bien las conversaciones con Taranto se encuentran muy bien encaminadas, Aros Kim, la otra empresa involucrada en la pulseada, no ha sido descartada. Su titular, el empresario Carlos Basualdo, visitó a fines de la semana pasada la planta de la zona oeste rosarina, sorteando los obstáculos interpuestos por las autoridades de Mahle con el apoyo de los trabajadores.

Mahle está preocupada por su imagen

Según la revista Imagen, Porter Novelli, la consultora de PR de Omnicom Group, cuya filial argentina dirige Aldo Leporati, ganó recientemente las cuentas de la autopartista Mahle y del country Haras Santa María, clientes que por distintos motivos deben enfrentarse con crisis comunicacionales.
La consultora tendrá la difícil tarea de cubrir la “retirada” de la autopartista alemana que tiene previsto concentrar su producción de autopartes en Brasil, tal como revela su decisión de cerrar la planta fabril de Rosario.

Toselli: “Esta candidatura debe ser valorada por los sunchalenses”

Junto al senador Rubén Giustiniani, en el hotel Ariston de Rosario.

El subsecretario de Asociativismo, Promoción de la Empresarialidad y Trabajo Decente, Gonzalo Toselli, participó del lanzamiento de la lista de candidatos a diputados y senadores nacionales del Frente Progresista, Cívico y Social realizado ayer en las ciudades de Santa Fe y Rosario.

“Esta candidatura que hoy recae sobre mí, debe ser valorada por los sunchalenses como una herramienta de gestión que la comunidad hace tiempo que no tiene”, dijo el ex intendente de la ciudad y candidato a diputado nacional por el Frente Progresista, Cívico y Social al término del acto desarrollado en el hotel Ariston de Rosario.
Toselli ocupa el séptimo lugar de la nómina de candidatos a diputados nacionales del oficialismo que encabeza el ex intendente de Arequito, el radical Jorge Alvarez e integran además, la subsecretaria de Trabajo de la provincia, Alicia Ciciliani, el concejal del ARI rosarino, Carlos Comi y el ex diputado del PDP, Carlos Favario.
El funcionario provincial sostuvo que “la interna del Frente Progresista en Sunchales no es más que la consecuencia del crecimiento que ha experimentado el movimiento gestado en torno al ateneo Hipólito Yrigoyen a partir del año 2000”.
“Excepto los del PDP, el resto de los candidatos que participan de la interna del Frente Progresista son figuras surgidas en ese espacio político”, argumentó.
Reconoció sin embargo que “hubiera preferido evitar la interna, aunque la existencia de varios candidatos con aspiraciones es difícil de conciliar y que en un caso así lo mejor es dejar que la comunidad decida”.

El vecinalismo, una “mutación constante”

Embarcado en la campaña electoral el candidato del Frente Progresista se ocupó de su “pago chico” afirmando que “la verdad que el vecinalismo ya no me sorprende más. Es una mutación constante en busca de quién sabe qué cosa, porque el acuerdo con el kirchnerismo –a través del cual la Nación financiaría la pavimentación de calles- ni siquiera creo que sea para beneficio de los sunchalenses sino que por el contrario, ese tipo de compromisos se terminan pagando caro en el mediano plazo”.
El ex intendente puso en duda incluso el cumplimiento de la promesa asumida por gobierno kirchnerista. “No creo tampoco que esta última mutación sea compensada como los vecinalistas piensan porque el propio kirchnerismo está diciendo que si pierde las elecciones abandona el gobierno”, expresó.

Solidaridad de trabajadores de Mahle Alemania con sus pares de Rosario

Mañana realizarán un mitin en donde encenderán 500 antorchas que representan a sus compañeros argentinos en la localidad de Alzenau, donde Mahle planea cerrar una planta fabril antes de fin de año.

Los aproximadamente 500 trabajadores de Mahle Rosario no están solos: mañana, en la planta alemana de Alzenau, donde la empresa también está llevando un proceso de reestructuración que prevé el cierre de las instalaciones el año próximo, sus compañeros germanos realizarán un mitin de solidaridad que contará con el apoyo de los empleados de la planta de Stuttgart. Durante el encuentro se encenderá medio millar de antorchas que representan a los compañeros argentinos que están a punto de perder el sustento por una decisión de la compañía autopartista que a esta altura esta adquiriendo el sesgo de una maniobra de vaciamiento.
“La solidaridad entre los trabajadores de Mahle de Argentina y de Alemania crece. Mañana, 12 de mayo, se realizará en Alzenau, un mitin en solidaridad con los aproximadamente 500 trabajadores de la planta Rosario. Dicho acto contará con el apoyo de los empleados de Stuttgart”, expresa el correo electrónico que Matthias Fritz, de Mahle Alemania, envió el viernes último a Claudio Maldonado, delegado gremial de Mahle Rosario.
“Vuestra lucha es un ejemplo de valentía para todos los trabajadores de Mahle”, señala el e-mail remitido por Fritz, que emocionó a sus compañeros rosarinos.
La elección de Alzenau como sitio de realización del mitin en solidaridad con los trabajadores de Mahle Rosario no es caprichosa, puesto que allí, tal como informa la web corporativa de la empresa autopartista, se ha puesto en marcha un plan de reestructuración que prevé la discontinuación de la producción de pistones para motor.
También allí los ejecutivos de Mahle argumentan que la planta da pérdidas que extrañamente “no han podido ser reducidas a pesar de las inversiones realizadas durante los últimos años”.
Si bien se han iniciado negociaciones en las que interviene el Estado alemán, las autoridades de la compañía mantienen su resolución de cerrar las instalaciones fabriles despidiendo a 424 operarios altamente calificados.
Al igual que en Rosario, los trabajadores alemanes montaron un plan de lucha que incluye un piquete vigente desde finales del mes de marzo pasado, logrando la adhesión de la comunidad en cuatro movilizaciones que reunieron 7 mil personas cada una.

Postales rosarinas
En el sitio web que los trabajadores de la planta de Alzenau crearon para informar sobre el plan de lucha que están llevando a cabo (http://www.mahle-soli.de), pueden verse mensajes de adhesión para los empleados de Mahle Rosario que están acompañados por fotografías que ilustran el piquete montado en la planta de avenida Perón al 5.600.

¿Mahle boicotea el traspaso de la planta?

Los trabajadores vivieron ayer una jornada cargada de emociones encontradas. Por un lado, mientras trascendía la noticia de que el principal candidato para hacerse cargo de la planta fabril habría perdido el interés, se frustraba el contacto con otro postulante, el empresario Carlos Basualdo, titular de Aros Kim, quien había dejado trascender que visitaría el complejo fabril, algo que todavía no se concretó.

Claudio Maldonado, delegado y principal vocero de los aproximadamente 500 trabajadores rosarinos que corren riesgo de quedarse si empleo, manifestó ayer a Punto Biz su preocupación por el curso que están tomando los acontecimientos y no dudó en responsabilizar a los gerentes de Mahle por el presunto desencanto que habría experimentado el titular de Taranto y por la frustrada visita del empresario Basualdo.
Maldonado aprovechó la consulta de este medio de comunicación para enviar una señal al grupo Taranto, aclarando que los trabajadores están dispuestos “a colaborar en todo lo que sea posible para que el traspaso de la planta se concreto”. Asimismo, reconoció que durante la visita al complejo fabril, el respetado industrial bonaerense solamente conversó con un gerente de Mahle, quien según su opinión, “podría haber influido negativamente”.
El delegado gremial incluso responsabilizó a la gerencia de Mahle por la visita frustrada del titular de Aros Kim, aclarando que esta se producirá en breve, con o sin el aval de la empresa de capitales alemanes.
Asimismo, advirtió que si Mahle boicotea el traspaso de la planta fabril a otro grupo empresario, los trabajadores se movilizarán a Rafaela para protestar y repudiar la actitud del grupo alemán, al que responsabilizan por la paralización de la empresa. “En Rafaela la comunidad no sabe lo que Mahle hizo en Rosario y lo que podría hacer también allá”, afirmó.

El empresario Carlos Basualdo visita la planta de Mahle

Es el titular de Aros Kim, una de las empresas que desean hacerse cargo del complejo fabril que se encuentra paralizado. El grupo Taranto, la otra empresa que interviene en la puja, podría haber perdido interés en concretar la operación

En el día de hoy visitará la planta industrial paralizada el empresario Carlos Basualdo, titular de Aros Kim, una pyme nacional que se dedica a la fabricación de aros y pistones para motor. Esta empresa, junto a Taranto, en principio serían las que mayores chances tienen de quedarse con Mahle Rosario.
Según especialistas en el sector autopartista, a diferencia de Taranto, un grupo que viene expandiéndose de manera sostenida y aspira a convertirse en la principal empresa del país en su rubro, Aros Kim carecería de la magnitud necesaria para afrontar la incorporación de una planta donde trabajan alrededor de quinientos empleados.
Tal como anticipó en exclusiva Punto Biz, el empresario Norberto Taranto recorrió junto a su hijo la planta industrial de la alemana Mahle. Según relató Claudio Maldonado, delegado del medio millar de trabajadores de la firma, la visita, cuyo propósito fue ponerse al tanto del estado del equipamiento y de las instalaciones fabriles, se produjo aproximadamente a las 10 de ayer.
Taranto es un grupo empresario de capitales nacionales en expansión que cuenta con cinco plantas industriales y que se ha propuesto convertirse en la principal autopartista del país, razón por la cual se interesó por las instalaciones que por decisión de Mahle se encuentran paralizadas desde el día 24 del pasado mes.
Si bien la intervención de Taranto en la pulseada despertó justificadas expectativas tanto entre los trabajadores como en ámbitos gubernamentales provinciales y nacionales, una fuente de información calificada reveló a última hora de ayer que los empresarios no habrían quedado conformes con las instalaciones y el equipamiento de la planta fabril y que por tal motivo habrían cambiado su idea original de adquirirla. Sin embargo, esa versión no coincide con las impresiones transmitidas por los delegados de los trabajadores que en el día de ayer acompañaron a los empresarios en su recorrida por el complejo fabril de la zona oeste.

Taranto sería el comprador de Mahle Rosario

El grupo empresario con base en Avellaneda estaría interesado en adquirir la planta rosarina de Mahle que se encuentra paralizada desde hace aproximadamente una semana. Si bien el nombre del posible comprador se mantuvo en reserva durante las negociaciones que se llevan a cabo entre los representantes de los empleados y la secretaría de Trabajo de la provincia, trascendió que este sería Taranto, un grupo nacido en 1980 y que hoy cuenta con cinco complejos fabriles en las provincias de Buenos Aires y San Juan.
Según el sitio web oficial de la compañía esta “ofrece al mercado una cada vez más extensa y completa línea de partes para motor. Comenzado por la producción de juntas e incorporando después la producción de retenes, piezas de goma y goma metal y embragues”.
La planta de Mahle Rosario podría encajar en el esquema de negocios de Taranto SA que a diferencia de otras autopartistas santafesinas, tiene un amplio portfolio de productos, además de contar con distribuidoras propias en Brasil y en Europa.
A lo largo de la última década la diversificación de los negocios de la compañía ha sido tal que incluso se ha dedicado con éxito al rubro agrícola y de la construcción.
Las plantas industriales del grupo se encuentran en Villa Elisa (Buenos Aires) y San Juan.

Para Giustiniani el cierre de Mahle "es irracional"

“Rechazamos esta actitud irracional de cerrar una empresa de la noche a la mañana, dejando a 500 familias en la calle”, dijo el senador socialista Rubén Giustiniani en un encuentro que mantuvo el jueves con los trabajadores en la sede de la planta rosarina.

Giustiniani señaló que está realizando todas las gestiones para “preservar y defender las fuentes de trabajo” y que la semana pasada presentó un proyecto solicitando la colaboración del Congreso para que se realicen gestiones ante la República Federal de Alemania. Al respecto, recordó que mantuvo una reunión con el Embajador de Alemania en nuestro país, en quien encontró la coincidencia de priorizar la situación de los trabajadores en las negociaciones que se lleven a cabo.
Además, el legislador socialista adelantó que esta semana recibirá junto a los integrantes de la Comisión de Trabajo del Senado de la Nación a representantes de los empleados de la empresa. “No descartamos ninguna gestión”, señaló Giustiniani, quien ante una consulta de los periodistas aseguró que la situación genera una gran “indignación”.
Finalmente, el senador Giustiniani insistió en la necesidad de aprobar un acuerdo entre el sector empresarial, trabajadores y Ministros de Trabajo con el fin de preservar las fuentes laborales. “No puede ser que la crisis siempre recaiga sobre la espalda de los que menos tienen y de los trabajadores. Así que vamos a hacer todas las gestiones necesarias para mantener el vínculo laboral y la empresa en funcionamiento”, señaló.