El empresario recuperó su interés original por quedarse con las instalaciones fabriles luego del encuentro que mantuvo con la ministra de la Producción, Débora Giorgi
La saga Mahle no deja de dar sorpresas: cuando la mayoría de los medios de comunicación del país ya lo dejaban fuera del negocio, Norberto Taranto volvió a aparecer como el principal candidato para quedarse con la planta fabril de Rosario. Según fuentes del ámbito industrial, el empresario habría quedado sumamente conforme con la predisposición demostrada por el gobierno nacional para que se concrete el traspaso de las instalaciones tras la reunión que mantuvo ayer con la ministra de la Producción, Débora Giorgi.
El encuentro con la funcionaria revela el grado de preferencia que tiene la administración nacional sobre la propuesta de Taranto, un empresario reconocido en el rubro autopartista que tiene reales intenciones de expandir sus negocios en todo el país.
Sin embargo y pese a que el encuentro se hizo público, los voceros del ministerio de la Producción evitaron brindar detalles sobre su resultado, al igual que el propio Taranto, quien desde que se convirtió en uno de los candidatos para quedarse con la planta de Mahle, se negó a responder los requerimientos de la prensa.
Pese al hermetismo pudo saberse que al empresario no solamente le preocupa la asistencia financiera que el Gobierno le pudiera dar para afrontar los gastos de la nómina salarial, sino también el apoyo técnico para que la producción de la planta pueda trascender el corset que las autoridades de Mahle instrumentaron deliberadamente para asfixiarla.
Durante la reunión de ayer, la ministra de la Producción habría garantizado dicha asistencia técnica, además de comprometerse a que Mahle no desmantele las instalaciones de acuerdo a su idea inicial de vender equipamiento para pagar indemnizaciones.
La propia ministra Giorgi y su par de Trabajo, Carlos Tomada, exigieron al gerente general de Mahle Argentina, Diego Berardo, que olvidaran esa alternativa puesto que el desguace de una planta industrial tendría un costo social mucho mayor para el país.
Basualdo sigue en carrera
Las fuentes extraoficiales consultadas advirtieron que si bien las conversaciones con Taranto se encuentran muy bien encaminadas, Aros Kim, la otra empresa involucrada en la pulseada, no ha sido descartada. Su titular, el empresario Carlos Basualdo, visitó a fines de la semana pasada la planta de la zona oeste rosarina, sorteando los obstáculos interpuestos por las autoridades de Mahle con el apoyo de los trabajadores.
Mahle está preocupada por su imagen
Según la revista Imagen, Porter Novelli, la consultora de PR de Omnicom Group, cuya filial argentina dirige Aldo Leporati, ganó recientemente las cuentas de la autopartista Mahle y del country Haras Santa María, clientes que por distintos motivos deben enfrentarse con crisis comunicacionales.
La consultora tendrá la difícil tarea de cubrir la “retirada” de la autopartista alemana que tiene previsto concentrar su producción de autopartes en Brasil, tal como revela su decisión de cerrar la planta fabril de Rosario.
La saga Mahle no deja de dar sorpresas: cuando la mayoría de los medios de comunicación del país ya lo dejaban fuera del negocio, Norberto Taranto volvió a aparecer como el principal candidato para quedarse con la planta fabril de Rosario. Según fuentes del ámbito industrial, el empresario habría quedado sumamente conforme con la predisposición demostrada por el gobierno nacional para que se concrete el traspaso de las instalaciones tras la reunión que mantuvo ayer con la ministra de la Producción, Débora Giorgi.
El encuentro con la funcionaria revela el grado de preferencia que tiene la administración nacional sobre la propuesta de Taranto, un empresario reconocido en el rubro autopartista que tiene reales intenciones de expandir sus negocios en todo el país.
Sin embargo y pese a que el encuentro se hizo público, los voceros del ministerio de la Producción evitaron brindar detalles sobre su resultado, al igual que el propio Taranto, quien desde que se convirtió en uno de los candidatos para quedarse con la planta de Mahle, se negó a responder los requerimientos de la prensa.
Pese al hermetismo pudo saberse que al empresario no solamente le preocupa la asistencia financiera que el Gobierno le pudiera dar para afrontar los gastos de la nómina salarial, sino también el apoyo técnico para que la producción de la planta pueda trascender el corset que las autoridades de Mahle instrumentaron deliberadamente para asfixiarla.
Durante la reunión de ayer, la ministra de la Producción habría garantizado dicha asistencia técnica, además de comprometerse a que Mahle no desmantele las instalaciones de acuerdo a su idea inicial de vender equipamiento para pagar indemnizaciones.
La propia ministra Giorgi y su par de Trabajo, Carlos Tomada, exigieron al gerente general de Mahle Argentina, Diego Berardo, que olvidaran esa alternativa puesto que el desguace de una planta industrial tendría un costo social mucho mayor para el país.
Basualdo sigue en carrera
Las fuentes extraoficiales consultadas advirtieron que si bien las conversaciones con Taranto se encuentran muy bien encaminadas, Aros Kim, la otra empresa involucrada en la pulseada, no ha sido descartada. Su titular, el empresario Carlos Basualdo, visitó a fines de la semana pasada la planta de la zona oeste rosarina, sorteando los obstáculos interpuestos por las autoridades de Mahle con el apoyo de los trabajadores.
Mahle está preocupada por su imagen
Según la revista Imagen, Porter Novelli, la consultora de PR de Omnicom Group, cuya filial argentina dirige Aldo Leporati, ganó recientemente las cuentas de la autopartista Mahle y del country Haras Santa María, clientes que por distintos motivos deben enfrentarse con crisis comunicacionales.
La consultora tendrá la difícil tarea de cubrir la “retirada” de la autopartista alemana que tiene previsto concentrar su producción de autopartes en Brasil, tal como revela su decisión de cerrar la planta fabril de Rosario.
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