jueves, 1 de octubre de 2009

Trinchieri no encuentra reemplazantes para el nuevo Gabinete

El intendente en una de sus últimas apariciones públicas.

El recambio del Gabinete se demora no por falta de decisión política sino por escasez de reemplazantes. Hoy el principal problema del intendente Oscar Trinchieri no es haber perdido la elección legislativa por casi 40 puntos porcentuales, quedando en minoría en el Concejo Deliberante, sino la dificultad de encontrar reemplazantes para los funcionarios que pronto dejarán de integrar su equipo de colaboradores.
Si en diciembre de 2007 Trinchieri tuvo dificultades para conformar el Gabinete con el cual se embarcó en su cuarta gestión al frente de la administración municipal, tras la dura derrota recibida el 27 de septiembre, resulta lógico que experimente mayores dificultades para completar los cargos que pronto quedarán vacantes como una consecuencia lógica del durísimo traspié electoral.
¿Por qué la administración pública resulta menos atractiva durante la gestión Vecinalista? En primer lugar porque se trata de un tipo de gestión que roza lo unipersonal y que no se basa en un plan preestablecido, sino que por el contrario, se encuentra atada a los caprichos del líder partidario y su entorno más cercano que está conformado por su hermano y figuras históricas como Alma y Claudia Garrini. Ningún funcionario serio puede sobrevivir por mucho tiempo en un ambiente donde predomina la arbitrariedad.
Como se dijo, el problema no es nuevo, aunque ante la imposibilidad de atraer a funcionarios capacitados y probos, últimamente Trinchieri viene optando por ofrecer cargos a jóvenes advenedizos y de una ambición desmedida que ven la función pública como una forma de asegurarse ingresos y privilegios que no podrían obtener en la actividad privada, modalidad que desprestigia aún más la imagen de la gestión.
En ese sentido, debe destacarse que Trinchieri también apeló a la alternativa de tentar a ex funcionarios de la gestión anterior, aunque por el momento sin éxito alguno.
El problema del intendente es que su gestión no solamente genera desconfianza en la población sino lo que es peor, también en el reducido grupo de ciudadanos que podrían realizar interesantes aportes a la comunidad a través de la función pública. No habrá de sorprender, entonces, que el próximo Gabinete municipal esté colmado de jóvenes profesionales ignotos y carentes de experiencias válidas, prácticamente sin arraigo alguno en la comunidad, ocupando cargos que se superponen o que corresponden a áreas que están sobre o infra dimensionadas. El caso del área de Comunicación es paradigmático, ya que en una ciudad como la nuestra nunca puede tener la misma jerarquía que Obras Públicas, como acontece en la actualidad.

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