martes, 20 de octubre de 2009

La ciudad y sus medios de comunicación después de Saravia

El periodismo festejante del socio local de El Litoral, un mal negocio para el Vecinalismo y para la ciudad.


Para Trinchieri la comunicación pública siempre fue un problema. Desde aquella recordada inclusión de Luis Fissore en el gabinete que terminó en escándalo a raíz del despilfarro cometido en la distribución de la publicidad de los carnavales, el intendente vecinalista nunca pudo “encontrarle la vuelta” a un área que en realidad encierra menos problemas que otras como gobierno y obras públicas. La última gran decepción del mandatario desnuda los excesos y las arbitrariedades cometidas desde diciembre de 2007, donde una suerte de marketing político se convirtió en la columna vertebral de una gestión que provocó el rechazo de la gran mayoría de los sunchalenses y causó una verdadera catástrofe electoral que lo obligó a cambiar gran parte de su equipo de colaboradores.
Sin embargo no hay que equivocarse porque el problema de Trinchieri no son los Fissore o los Saravia, verdaderos oportunistas que no trepidaron a la hora de despilfarrar dineros públicos para comunicar hechos de poca relevancia bajo el tratamiento de verdaderas epopeyas, sino su propia creencia acerca de la infalibilidad de una comunicación unánimemente acrítica que festeja cada una de sus acciones y gestos como si fuera un artista de la farándula en lugar de un representante de los ciudadanos.
Los últimos comicios demuestran claramente que contar con medios y periodistas anestesiados capaces de mirar para otro lado incluso cuando existe un generalizado repudio popular hacia la gestión, no es un factor beneficioso en sí mismo, dado que los ciudadanos han adquirido la madurez necesaria para no dejarse engañar por mensajes inverosímiles como los que impulsó el subsecretario Saravia durante su malograda actuación.
Hace poco más de dos meses señalé en este mismo espacio (
http://periodismosunchalense.blogspot.com/2009/08/las-primarias-la-prensa-y-un-conflicto.html) la deplorable conducta de los responsables de los medios gráficos de comunicación que contribuyeron a recrear la ficción de una ciudad que avanzaba a grandes pasos cuando en realidad se encuentra en un pleno y preocupante retroceso.
En las semanas previas a las primarias, el periódico ultra oficialista Sunchales Hoy publicó una serie de portadas destinadas a difundir los pretendidos avances de “grandes obras emblemáticas” no solamente para la gestión sino para la ciudad y la región como el plan de repavimentación de calles y la construcción de una autovía sobre la traza de la ruta nacional 34.
Ahora sabemos que tal actitud editorial no respondió a la simple observación de la realidad sino a acuerdos comerciales celebrados con el removido subsecretario Saravia que hicieron que la ampliada partida anual de publicidad oficial se agotara en el término de nueve meses y dejara a la administración sin recursos para afrontar campañas de prevención de enfermedades como el dengue y la gripe A, tal como denunciaron los miembros de la oposición en el Concejo Deliberante.
La prensa ultra oficialista le hizo un flaco favor al intendente Trinchieri. En lugar de instalar la idea de una administración prolija, eficiente y dinámica, los periódicos Sunchales Hoy y El Eco contribuyeron a acentuar la diferencia entre la triste realidad y las fantasías urdidas por el renunciante Saravia y su oneroso equipo de colaboradores.
En vista de las enormes dificultades que históricamente ha tenido Trinchieri para manejar el área de Comunicación resultaría importante que la oposición intervenga decididamente en el asunto, ya que el recambio de funcionarios no garantiza la rectificación de las políticas repudiadas por el grueso de la comunidad. A Sunchales no le sirve prácticamente de nada contar con periódicos como Sunchales Hoy y El Eco que se ven forzados a rendir pleitesía al gobierno de turno para reunir los fondos suficientes para cumplir con los tributos que les exigen las empresas editoras desde la capital provincial. En otras palabras, la pelea extraterritorial que llevan a cabo El Litoral y Diario Uno no puede financiarse con el esfuerzo de los sunchalenses.
De aquí en adelante los concejales deberán reconsiderar la inversión en publicidad oficial y la manera en que dicha partida se distribuye, prestando especial atención a los fines que persiguen las empresas que se benefician con ella.

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