martes, 28 de julio de 2009

Salvando las distancias


En Alemania la oposición política pide la distitución de la ministra de Salud, Ulla Schmidt, quien se fue de vacaciones a España con un vehículo oficial. En Sunchales, el intendente Oscar Trinchieri sigue utilizando el vehículo oficial de la Municipalidad para realizar viajes privados por distintos puntos del país.
¿Qué pasaría si en uno de sus viajes secretos alguien robara el vehículo oficial de la Municipalidad? ¿Cómo reaccionaría la comunidad sunchalense si el flamante Ford Focus -un automóvil de elevado valor- desapareciera o quedara irremediablemente dañado en uno de los viajes de placer que el intendente, sus funcionarios, familiares y amigos suelen realizar por distintos puntos de la república ? Pues bien, salvando las distancias, algo parecido le ocurrió a la ministra de Salud de Alemania, Ulla Schmidt, quien viajó a la Costa Blanca española para pasar sus vacaciones estivales con el Mercedes Benz de uso oficial. La funcionaria del gobierno encabezado por la canciller Angela Merkel, tuvo la "mala suerte" de que desconocidos robaran el automóvil en la localidad de Alicante, desatando una polémica que no acaba de acallarse.
Desde hace años es sabido que el intendente Oscar Trinchieri utiliza los vehículos de la flota oficial para realizar viajes de placer con sus familiares y amigos, sin que fuera sancionado por ello. El mandatario llegó incluso a apropiarse del vehículo de uso exclusivo para personas con capacidades diferentes, una combi de origen asiático, para trasladar a funcionarios y dirigentes partidarios, hecho que desató una polémica que terminó siendo olvidada.
Más allá del interés que pueda despertar el tema o no en los dóciles medios de comunicación locales, queda siempre la posibilidad de que ocurra un siniestro que podría provocar graves perjuicios patrimoniales a la comunidad. ¿Qué pasaría si el intendente, en una de sus tantas escapadas de fines de semana, tuviera un accidente y se dañara a sí mismo, a sus acompañantes o a terceros? Estando el vehículo oficial fuera de la ciudad de manera injustificada, es probable que los contribuyentes debíeramos hacernos cargo de la irresponsabilidad incorregible del intendente Trinchieri, afrontando los daños que este pudiera provocar.
Es cierto que estamos muy lejos de los estándares institucionales que prevalecen en los países desarrollados pero esto no justifica que los sunchalenses debamos actuar de manera irresponsable, permitiendo abusos cuyas consecuencias podrían ser ciertamente graves para la comunidad. Si los colegas periodistas miran para otro lado y prefieren elogiar a cambio de apoyos del subsecretario de Comunicación, los ediles tienen el deber de controlar y hacer cumplir las normas vigentes.

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