martes, 22 de septiembre de 2009

Trinchieri presiona a municipales para que voten por sus candidatos


El mandatario municipal estableció un sistema de premios y castigos para que el personal contratado de la administración vote por los candidatos del oficialismo. Ante la posibilidad de sufrir una nueva derrota electoral, el líder vecinalista convocó a los empleados que no integran la planta permanente para anunciarles que recibirán una suma adicional de 200 pesos. Durante el encuentro desarrollado hace más de una semana, Trinchieri se ocupó de aclarar en repetidas oportunidades que continuarán recibiendo este tipo de gratificaciones “si hacen las cosas bien”, mientras que aquellos que no cumplen sus expectativas y las de sus colaboradores, no solamente no las recibirán sino que además serán separados de la administración.
La intervención del mandatario municipal no fue feliz y así lo hicieron conocer los propios trabajadores que se quejaron por las presiones sufridas. Lo más duro para ellos fue enfrentarse a la posibilidad de ser marginado no solamente del cuestionable sistema de premios dispuesto por el intendente, sino también de quedarse sin trabajo por el solo hecho de “no hacer las cosas bien”, un criterio difícil de determinar con precisión.
Según los testimonios brindados por participantes, durante el encuentro Trinchieri aclaró que algunos contratados no fueron invitados porque “no hicieron las cosas bien” y no solamente no recibirán los 200 pesos prometidos, sino que además podrían quedarse sin trabajo. Por otro lado, el hecho de que una advertencia de semejante calibre haya sido formulada pocos días antes de los comicios permite inferir intencionalidades emparentadas con el clientelismo más que con una saludable preocupación por el ejercicio de la función pública.
La posibilidad de que el vecinalismo vuelva a sufrir una dura derrota, similar o incluso peor a la registrada en las últimas primarias, donde la lista encabezada por Héctor Madoery y Elvio Saravia fue la menos votada por el electorado sunchalense, provocó que el intendente Trinchieri tomara conciencia sobre el cuestionamiento generalizado hacia su gestión y lo obligara a cambiar de estrategia, poniéndose al frente de campaña proselitista. Es probable incluso que el duro traspié lo haya sumido en la desesperación haciendo que se incline por viejas prácticas políticas como la presión sobre los empleados para asegurar un caudal mínimo de votos.
El modo y especialmente el lenguaje que utilizó el intendente para dirigirse a los empleados contratados no lo ayudó para que su mensaje fuera interpretado sin suspicacias, ya que la referencia vaga a hacer las cosas bien hizo que la mayoría interpretara que si el domingo no votan por la lista oficialista podría perder sus empleos. Además, durante su intervención, Trinchieri calificó a la gratificación de 200 pesos para quienes “hagan las cosas bien” como “chirolas” que ayudarán “a llegar a fin de mes”.

Una clara advertencia

“Hay algunos que no han sido convocados porque no han hecho bien las cosas y hay otros a quienes se les va a cortar el contrato”, dijo repentinamente el mandatario, endureciendo el tono de voz. “Acá está la gente que queremos que nos siga acompañando en el trabajo, a quienes queremos darle este primer paso que mañana puede ser otro paso más y pasado sea un contrato en blanco y recontra pasado pueda llegar a ser planta permanente de la Municipalidad, ¿está claro? ”, agregó después .
Lo peor de todo, sin embargo, y algo que indudablemente el sindicato de trabajadores municipales y la oposición abordará en los próximos días es la aclaración que hizo el intendente municipal a los trabajadores reunidos de que “no se trata de contrato en blanco, no se trata de planta permanente, no se trata de sindicato, no se trata de nada”.

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