lunes, 16 de marzo de 2009

Oficialistas y opositores se preparan para afrontar su primer examen electoral

Como es tradición y para suplir la falta de dirigentes, el Vecinalismo propondrá a funcionarios del gabinete de Gobierno como candidatos a concejal. En la oposición procuran alcanzar un acuerdo que dirima quién ocupará el primer lugar de la lista

El convulsionado escenario político nacional podría hacer sentir sus efectos en los comicios para la renovación de cargos en el Concejo Municipal. El primer examen electoral de la administración vecinalista se producirá en un contexto mucho más complicado que el que se preveía hace un año, en parte debido al rápido desgaste que sufrió la gestión y en parte por la crisis económica que comienza a hacerse sentir con especial énfasis en el territorio provincial. Para la oposición, en cambio, se presenta como una oportunidad para capitalizar los desaciertos del Gobierno y proyectarse para las ejecutivas de 2011.
La carencia de una estructura que asegure la siempre necesaria renovación dirigencial vuelve a causarle problemas al vecinalismo que como de costumbre echa mano al gabinete de Gobierno, conformado en gran medida por funcionarios sin antecedentes en el partido de la familia Trinchieri. Sin embargo, en esta oportunidad, esta tradicional alternativa plantea un serio problema, ya que podría dejar a la gestión sin uno de sus impulsores principales: el multifuncionario Héctor Madoery, a quien fuentes de información oficialistas señalan como quien tiene mayores posibilidades de encabezar la nómina de candidatos.
Una eventual mudanza de quien ocupa la secretaría de Gobierno y Obras Públicas al Concejo dejaría en efecto a la gestión de Oscar Trinchieri sin uno de sus principales impulsores, lo que podría acelerar todavía más el desgaste que viene experimentando de manera notablemente temprana. En consecuencia, bajo esta perspectiva, el dilema al que se enfrenta el oficialismo es priorizar la gestión o, por el contrario, privilegiar la prueba electoral.

Puja inédita en el Frente Progresista
En la oposición el panorama parece más sencillo, aunque como señaló el ex intendente Gonzalo Toselli a El Tiempo, la abundancia de dirigentes tanto radicales como socialistas plantea pujas por cargos electivos que el Frente Progresista no experimentó en anteriores oportunidades. Extraoficialmente se sabe que el radicalismo frentista que responde a Toselli pretende reservar el primer lugar de la nómina de candidatos a concejal a Leandro Lamberti, el joven dirigente que perdiera por escaso margen de sufragios la intendencia en los comicios de 2007.
Dicha pretensión, sin embargo, tendrá que ser convalidada por el resto del radicalismo que se resiste a integrarse a la coalición que llevó a Hermes Binner a la gobernación.
Por otro lado, en esta oportunidad el Socialismo tiene una figura con pretensiones de encabezar la lista: la concejal Cecilia Ghione, quien desea renovar la banca que conquistó en las legislativas de 2005. Se trata de una aspiración doblemente legítima, no solamente por las virtudes de la legisladora, sino también por el lógico deseo del partido de conservar la única banca que tiene en el Concejo sunchalense.
El respaldo explícito del senador nacional Rubén Giustiniani así lo demuestra. El legislador viajó especialmente a nuestra ciudad en repetidas oportunidades para apoyar a la concejala socialista.
Las aspiraciones encontradas de Lamberti y Ghione podrán ser zanjadas a través de dos vías: la negociación o las elecciones internas. Sin embargo, en el Frente Progresista queda por dirimir una segunda cuestión de importancia no menor, como la actitud que adoptará el PDP que en los comicios legislativos de 2005 se inclinó por competir en forma autónoma y por fuera de la coalición y que por el contrario, en las ejecutivas de 2007 se integró a ella merced a un ventajoso acuerdo electoral que le permitió a Horacio Bertoglio regresar al Concejo. Con casi veinte años en el cuerpo colegiado, Néstor Mosso podría volver a presentarse como candidato, habida cuenta de la escasez de nuevas figuras partidarias. Si lo hace, es muy probable que el PDP compita por afuera de la coalición.
El aceleramiento de los tiempos electorales –el día 30 de este mes vence el plazo fijado para presentar las listas de candidatos ante las autoridades partidarias- obliga indistintamente a oficialistas y opositores a tomar rápidas decisiones que tendrán sus consecuencias el 30 de agosto, cuando se sometan al escrutinio de los ciudadanos sunchalenses.

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