lunes, 2 de noviembre de 2009

¿El Concejo podrá poner fin a las relaciones carnales de Trinchieri con El Litoral?

La pregunta que muchos sunchalenses se hacen es si el proyecto de regulación de la publicidad oficial elaborado por la oposición bastará para desmantelar por sí solo un oneroso aparato de comunicación que además de “aspirar” enormes sumas de dinero público, demostró que ni siquiera ha servido para que el oficialismo lograra evitar hacer un papel indecoroso en los últimos comicios legislativos.
Como señalé en este mismo espacio, la prensa escrita sunchalense se encuentra en manos de dos empresas periodísticas foráneas que en su puja extraterritorial no trepidan en editar productos totalmente identificados con el oficialismo, al punto que pretendieron ignorar el grado de descontento que se apoderó de la gran mayoría de los ciudadanos poco después del comienzo de la cuarta gestión de Oscar Trinchieri al frente del gobierno municipal.
El caso más abusivo y evidente es el del periódico Sunchales Hoy que de la mano del vespertino santafesino El Litoral, intentó sin éxito fijar una agenda pública de noticias afines a la gestión vecinalista. Al día de hoy, pasado casi un año de su lanzamiento, nadie puede decir a ciencia cierta cuánto les han costado a los contribuyentes sunchalenses las coloridas y edulcoradas ediciones del semanario dirigido por el periodista Ariel Balderrama, ya que la administración de Oscar Trinchieri evita dar a conocer detalles sobre la asignación de las pautas de publicidad oficial a pesar de los reiterados pedidos de la oposición en el Concejo. El problema es más complicado de lo que se presupone porque existen serias sospechas de que el emprendimiento que fue saludado efusivamente por el intendente durante su lanzamiento, tal como puede apreciarse en el video que se encuentra en youtube, perciba no solamente avisos oficiales sino también beneficios extra que se canalizan a través de otras partidas presupuestarias, presunción que en caso de comprobarse, podría involucrar al propio Trinchieri y a El Litoral en un escándalo político de proporciones.

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