Durante la sesión del lunes Bertoglio aseguró lamentar haber acertado cuando señaló que “no había política comunicacional en esta administración. Se procede reactivamente a la demanda de la gente, nunca con un plan, estrategia o consecuencia” y consideró que más grave que “el encargado del área no tenga idea del tema, es que el intendente no tiene la menor idea previa sobre el asunto”.
Asimismo se preguntó qué hará la gestión “con las necesidades de comunicación institucional desde 1º octubre hasta 1º de febrero, ¿acaso no hay qué comunicar temas estacionales como el dengue, la gripe a, la alcoholemia, el tránsito, etc.?”. Ni esa ni el resto de las preguntas que formuló recibieron siquiera un ensayo de explicación por parte de los miembros del bloque oficialista, quienes guardaron un sugestivo silencio que podría denotar un malestar creciente con el funcionario que desató el escándalo.
Destino de 100 mil pesos
Bertoglio pidió que se explique en qué se gastaron los 100 mil pesos presupuestados, con qué criterios y en base a qué previsiones comunicacionales. También sobre la forma en que se comunicará de aquí en más y de dónde provendrán los recursos necesarios.
Por último se preguntó por qué la administración vecinalista no solicitó al Concejo Deliberante una reconducción de partidas que hubiera evitado la interrupción de las pautas y sobre todo, un sinceramiento del manejo de los fondos destinados a la publicidad oficial de la Municipalidad.
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